Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.
Haz clic en la imagen para enlazar con el fragmento cinematográfico, perteneciente al filme de Eliseo Subiela El lado oscuro del corazón, en el que el personaje del poeta bohemio Oliverio, interpretado por Darío Grandinetti, recita estos versos de Benedetti a la chica que pretende conquistar en la barra de un bar de alterne.
No me he visto con valor suficiente para responder a tal pregunta, así que he decidido optar por la segunda opción y buscar dos metáforas en uno de los poemas leídos anteriormente.
ResponderEliminarHe escogido dos metáforas del poema Táctica y estrategia, de Mario Benedetti.
Una situada en la segunda estrofa: "construir con palabras un puente indestructible". Y la otra situada en la cuarta estrofa: "para que entre los dos no haya telón ni abismos".
La primera metáfora ("construir con palabras un puente indestructible") me ha hecho pensar en uno de esos momentos en los cuales estás hablando con esa persona que, por un motivo u otro, es especial para ti, y no quieres que por nada en el mundo acabe esa conversación que estas manteniendo. Que por muy poco sentido que tenga, sea absurda y aburrida quieras pasarte horas y horas hablando. Por otro lado, la segunda metáfora ("para que entre los dos no haya telón ni abismos") también me ha hecho pensar en esa persona especial, a la que amas pero no puedes tener porqué siempre, quieras o no, hay algo de por miedo. Pero por muy difícil que lo veas, luchas por ello sin rendirte, por tal de conseguirlo. Para conseguir que entre tú, y la otra persona, no haya nada de por medio y puedas al fin "pertenecerle" y amarle sin esconderte.
Son dos estupendas metáforas las que has escogido, Mireia.
ResponderEliminarNo sé qué diría Freud de tu lapsus (¿clavi o linguae?), pero la expresión crece en su elocuencia al pensar en la persona a quien amas pero no puedes tener porque, quieras o no, siempre hay algo de por miedo.