miércoles, 26 de septiembre de 2012

Táctica y estrategia





Mi táctica es 
                         mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
                         hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo          ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
                         ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
                          ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
                                      simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo           ni sé
con qué pretexto
por fin            me necesites.
                Mario Benedetti, 1974


Haz clic en la imagen para enlazar con el fragmento cinematográfico, perteneciente al filme de Eliseo Subiela El lado oscuro del corazón, en el que el personaje del poeta bohemio Oliverio, interpretado por Darío Grandinetti, recita estos versos de Benedetti a la chica que pretende conquistar en la barra de un bar de alterne.

2 comentarios:

  1. Mireia Peralta8/10/12, 21:23

    No me he visto con valor suficiente para responder a tal pregunta, así que he decidido optar por la segunda opción y buscar dos metáforas en uno de los poemas leídos anteriormente.
    He escogido dos metáforas del poema Táctica y estrategia, de Mario Benedetti.

    Una situada en la segunda estrofa: "construir con palabras un puente indestructible". Y la otra situada en la cuarta estrofa: "para que entre los dos no haya telón ni abismos".

    La primera metáfora ("construir con palabras un puente indestructible") me ha hecho pensar en uno de esos momentos en los cuales estás hablando con esa persona que, por un motivo u otro, es especial para ti, y no quieres que por nada en el mundo acabe esa conversación que estas manteniendo. Que por muy poco sentido que tenga, sea absurda y aburrida quieras pasarte horas y horas hablando. Por otro lado, la segunda metáfora ("para que entre los dos no haya telón ni abismos") también me ha hecho pensar en esa persona especial, a la que amas pero no puedes tener porqué siempre, quieras o no, hay algo de por miedo. Pero por muy difícil que lo veas, luchas por ello sin rendirte, por tal de conseguirlo. Para conseguir que entre tú, y la otra persona, no haya nada de por medio y puedas al fin "pertenecerle" y amarle sin esconderte.

    ResponderEliminar
  2. Son dos estupendas metáforas las que has escogido, Mireia.

    No sé qué diría Freud de tu lapsus (¿clavi o linguae?), pero la expresión crece en su elocuencia al pensar en la persona a quien amas pero no puedes tener porque, quieras o no, siempre hay algo de por miedo.

    ResponderEliminar